¡Que sabia es la vida!
Hoy he ido a Correos, el magnífico palacio de correos y
telecomunicaciones que, en el mismo centro del cap i casal, es una parada
obligatoria para guiris, además de vecinos que, como yo, hacemos uso del
edificio.
Cuando ya lo abandonaba, me he encontrado en la puerta con
una aparición. Un antiguo compañero del colegio, a quien hace décadas apreciaba
mucho, y del que no sabía desde que acabamos la EGB.
Al verlo, con cabeza afeitada cubierta por un sombrero de
paja muy fassion, un pendiente con una perla en la oreja izquierda, zapatos
llamativos y unos pantalones cortos, de esos que ahora creo que llaman
"fardahuevos", que le permitía lucir unas piernas depiladas más al
gusto de Justin Biever que de Millan Astray, no he podido evitar decirme que la
vida es sabia, y que si nos separó en su momento, tuvo sus motivos.
No he de cuestionarlos.
P.D.: Escribo esto, ya a salvo en casa.
Etiquetas: mi casa: que pasa, Mundo fané
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