El Cascarrabias

En la vida civil no digo tacos, soy muy amable, mantengo la ética y el estilo hasta límites rayanos con la estupidez. Es el momento en que necesito desfogarme. Así, nace el gran cascarrabias. El gran cascarrabias o de como la vida moderna nos hace decir tonterias. Estas son las mias, dichas para mi mismo. Si te gustan, de acuerdo. Si no, pues tambien. Y si me insultas, tu más. Hago mia la frase de W.C. Fields: "Dicen que soy xenófobo. Se equivocan: odio por igual a todo el mundo"

sábado, 29 de enero de 2011

Parte escolar

Aquel viejo lema, "Estudio y Acción", se convierte en algo bipolar con mis hijos. Uno, el estudio, y el otro, la acción. Mientras el primero padeció una etapa de acoso (bulling o algo así lo llaman ahora, con ese afán de invasión que tienen los anglocabrones), el segundo... me ha llegado con un parte, un primer aviso, el segundo irá acompañado de una expulsión de tres días.

Lo que en el parte se refleja es que su comportamiento ha sido malo, llegando a morder a una niña. Mordisco que precisó de hielo, etc.

La lectura, si, es alarmante. La bronca que le metí, de órdago. El castigo, no jugar con maquinitas (DS, Wii, ordenador, etc., etc.) hasta fallas (le dí a elegir varios castigos y escogió ese... es lo que menos le duele). El razonamiento parecía lógico: le pregunté que narices había pasado para que mordiera a una niña, y su respuesta fue que "le estaban agobiando". Le pregunté si le habían pegado, insultado y dijo que no, que sólo quería librarse. Así que mi postura estaba clara....

O no. Estaba clara hasta que la responsable del comedor me contó que, por el frío y la lluvia, ese día habían puesto juntos a pequeños y mayores. Y como mi pequeño parece ser que ya tiene cierta familia "simpática" por sus travesuras, un grupo de niñas mayores que él (tres y cuatro años mayores, lo que a esas edades es un mundo) le rodearon para observarle (vamos, en plan, mira que mono, que gracioso, etc.). El crío, al verse rodeado, y sin posibilidad de escapar, se agobió... y se defendió a dentelladas.

El castigo sigue en pie, que no justifico el bocado a carne humana femenina, si no es en un tipo de duelo al que aun le falta -espero- algun año por alcanzar, pero si me explico ahora. Y que, aderezado con otra cosa que vino del pasado, me llega a cabrear.

Y es que a su hermano, a la misma edad, lo vejaban, insultaban, escupían, intentaban quitar los calzoncillos e, incluso, una vez, tiraron por las escaleras. Ese fue el día en que me dije "basta", al ver que las protestas por la vía ordinaria no causaban efecto alguno y tomé una determinación: partirle las narices a los padres de los niños que habían tirado al mio por las escaleras, para enseñarles a ellos la educación que ellos no habían enseñado a sus hijos. Se lo comenté a un amigo abogado, Andreu (q.e.p.d.), quien me dijo que como abogado me lo desaconsejaba totalmente, pero como amigo me decía que les diera duro de su parte, y que él ya se ocuparía de mi defensa legal, sin problema. No llegué a pegar dos puñetazos porque entre mi mujer y la jefa de estudios me pararon los pies, jurandome que todo se solucionaría... como así fue. Pero, eso si, sin parte alguno para los agresores.

Suena a dos varas de medir, algo que no me gusta, y menos cuando se trata de mis hijos. Así que estoy en un tris de invocar a Millan Astray, y, con razón o sin ella, ponerme al lado del pequeño. O a su espalda, y defender su espalda en las batallas que vengan.

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2 comentarios:

A las 29 de enero de 2011, 11:36 , Blogger Rafael C. Estremera ha dicho...

Avísame, que con el AVE llego a tiempo.

 
A las 29 de enero de 2011, 17:22 , Blogger 27 puntos ha dicho...

Ya hay otro para el equipo.-

 

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