Cosas que pasan en la universidad. Historias de ayer y hoy

* Para que nadie se sienta identificado y ofendido, cosa que me importaria una higa si no fuera porque estoy seguro de que después se desfogarian conmigo con un palo del 9, cambio nombres y nacionalidades en esta batallita de abuelo cebolleta.

Piticlin, piticlin...

Coño, el telefono a las 9, hay alguien despierto en la universidad además del menda lerenda, rompeterrones de la docencia... a ver quien es...

Hola, soy Pepito, el que lleva el tema de relaciones internacionales.

Joder, Pepito... este me quiere sacar algo, ya lo veras... en fin, que no se diga...

Dime, Pepito, dime...

Pues nada, mira, que tengo a una alumna que viene a hacer su trabajo de fin de carrera y era por si la podias llevar, porque se interesa por temas de tu especialidad, y además...

Y además este capullo no sabe decir no, vale. Venga, vendeme la moto. A ver si hay suerte y resulta alguien agradable con quien tomar café y no un esperpento de esos que obliga a orear el despacho por la peste a sobaquina que deja. Señores... a jugarrrrr

... y además la tengo aqui ahora.

Coño, que prisas... eso es que te han dejado con el culo al aire y buscas que te lo salve. Un altar me tienes que poner, mamón, un altar.

Bueno, cuentame algo de esa chica. ¿De donde viene?

Ella viene de Luxemburgo

Mira, como las... las... ¿que cojones es típico de Luxemburgo? ¿las empanadillas?.
Oye, Pepito, que no es por decirte que no, pero yo no tengo ni papa de alemán, francés y mucho menos luxemburgués.

No, no... ni ella tampoco. Su familia es de Arabia Saudí y residen alli desde hace poco

Que cojones tienes, Pepito, la madre que te parió. Que embolao me has metido, cabronazo.

Macho... ¿y quieres que hable con ella por señas o al tacto?. Por que no pretenderás que haga un cursillo de árabe en diez minutos.

Ella habla un poco de inglés, no pasa nada

Si... ella chapurrea inglés y yo lo hablo con el culo. A ver como acabamos.

Anda, mándamela.

Ya me temia yo una mora de la moreria envuelta en sábanas y servilletas como una momia de aquellas pelis de Boris Karloff... y va y me aparece una moza que cruje vestida de Prada. Tipo Play-Nómada pero sin silicona y vestida con lo mejor que se puede comprar en New York. Coño, coño, coño... dentro de nada me aparecen los paparazzi por la puerta y ventana. Portatil de última generación, maletin ejecutivo, unos zapatos que se podrían pagar con mi nómina de un año y más joyas que M.A. en una fiesta de cumple. Esta no se si quiere un profesor, un esclavo o un eunuco. Pepito, Pepito... cuando te pille te avío...

Hola, ¿como estás?

Mi no comprende

Vale.

Resumo: una hora más tarde se va con lo que cualquier alumno al que le faltara un hervor hubiera captado en cinco minutos.

Al marcharse, los alumnos cabreados por la espera que no hacían más que llamar a la puerta para que acabara (ni que uno fuera el WC, el tigre, hay que joderse), enmudecen, les cae la baba y entran mirandome con una cara como si hubiera montado una orgia encima de la mesa empleando como juguetes sexuales el teclado y el ratón.

Había entrado la civilización. ¡A la mierda!