Si yo fuera rector (capítulo 1 de no se sabe)
No digo rector magnífico, porque el último magnífico que había en la universidad era Unamuno, pero si al menos rector (por aquello de estar exento de la docencia, tener coche oficial y esas cosas, no estaria mal, no), creo que seria mucho más bruto que los que nos han tocado.
Recuerdo cuando, siendo nuestro campus cada vez algo más parecido a un museo (o a un patio de atras de un chatarrero, según gustos) por la acumulación de esculturas o artefactos que dicen ser estatuas, vino a inaugurar una Mariscal (si, el creador de ese perro gilipollas que pasó sin pena ni gloria).
Mariscal, con la prensa delante, dijo algo así como "Vengo a inaugurar esta magnífica escultura en esta mierda de campus que la universidad está robando a la huerta", dejando al rector con unos ojos que se le escapaban.
Esto, puede ser una leyenda urbana... a mi me lo dojo alguien de confianza, pero últimamente uno no sabe ya lo que fuman sus fuentes de confianza. Así que, en el supuesto de que esto fuera verídico... diria...
... que no supo fajar bien el golpe, no. Yo le hubiera contestado, despues, de cara a la prensa: "Bueno, pues queda inaugurada esta puta chatarra, tan inutil como el capullo de su creador, que no hace más que vivir de las subvenciones e insultar a la mano que le da de comer. Ya veremos cuantas esculturas más inaugura en centros oficiales".
Acto seguido hubiera arrancado una de las hojas de cactus que adornan el mamotreto ese para donarselo para su uso como papel higiénico.
Y es que la educación es un cuchillo que nos corta las alas.
Etiquetas: políticos, universidad
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