Alicia

¡Sorpresa!. No todos los alumnos son políticamente correctos.

¡Sorpresa!. Resulta que esto que perpetro en este ridículo blog, tiene lectores en la universidad.

¡Sorpresa!. Hay quien lee lo que escribo y no piensa directamente que estoy loco.

¡Sorpresa!. Hay gente que, a estas alturas, sigue rompiendo mis esquemas mentales.

¡Sorpresa!. La que me llevé al invitar a café a Alicia.

A través de una entrada de este descacharrante desahogo, contactó conmigo una alumna de ingeniería industrial. La verdad es que yo iba con prevención. Sabía que no me iba a encontrar con una loca con plataformas y con más silicona en las ubres que en todo el sur de California, pero no las tenía todas conmigo por si lo que se me presentaban eran tres o más gorilas con pretendida afición a jugar al futbol con mi cabeza.

Y no, me encontré con un bellezón mestizo, con unos ojos infinitos que ustedes no ven. No, no es la de la foto, no tome foto ninguna, pero he buscado una cara parecida para ponerla, ya ven. Y fijense, una belleza que ¡piensa! ¡y razona con mucha mejor cordura que una gran mayoría de personas supuestamente adultas y con cargo en plaza!

Con una historia familiar impresionante, el impacto recibido al escucharla ha sido espectacular.

Me alegro mucho de que no sea alumna mia. Me costaría mucho ser imparcial con ella.

Valga esta entrada para dar publico homenaje en ella, a todos los alumnos que resisten este chaparrón de ideas políticamente correctas a pie firme, y razonando por si mismos.

No son los últimos del ayer, son los primeros del mañana.