El Cascarrabias

En la vida civil no digo tacos, soy muy amable, mantengo la ética y el estilo hasta límites rayanos con la estupidez. Es el momento en que necesito desfogarme. Así, nace el gran cascarrabias. El gran cascarrabias o de como la vida moderna nos hace decir tonterias. Estas son las mias, dichas para mi mismo. Si te gustan, de acuerdo. Si no, pues tambien. Y si me insultas, tu más. Hago mia la frase de W.C. Fields: "Dicen que soy xenófobo. Se equivocan: odio por igual a todo el mundo"

martes, 19 de abril de 2011

Aquellas fiestas llenas de ganchitos, Pink Floyd, calor, guitarritas y gilipollas

Quizá sea una indigestión, o un exceso de Rammstein antes de acostarme, pero esta noche me he despertado empapado en sudores fríos. Había recordado, en un siniestro deja , esa mierda de fiestas con la que nos atorraban los veranos en mi ya (¡ah!) lejana adolescencia.

En un pueblo perdido en medio de ninguna parte, con padres que curraban unos en plan rodriguez y otros volviendo por la noche al chalet a pegar una cabezada, y unas madres dedicadas a sus amigas, sus labores, hacer calceta, comprar o vayausté a saber que, los chavales intentábamos matar el tedio de las maneras más atroces.

A la piscina, las motocicletas, las pocas horas en que el pub (singular) del pueblo estaba abierto o tirarle piedras a los municipales, sólo quedaba añadir el malhadado recurso de las fiestas particulares. Ojalá nos hubieramos dedicado al noble arte del crucigrama antes de cruzar esa delgada línea roja entre la locura y la cordura.

Pero... pero no todas las casas daban de sí lo suficientemente para que un montón de mangurrinos nos reuniéramos, así que el asunto se focalizaba en unos pocos domicilios.

De ellos destacaba uno, de cinco (CINCO) hermanos (número ya elevado en su día, y no es que tenga nada en contra de las familias numerosas, antes al contrario, pero pienso que en ese caso concreto a un catolicismo mal digerido se unía una alta dosis de gilipollismo, como se verá). Tres de ellos varones y dos hembras.

De las hembras nada supe entonces, una era la mayor, unos diez años más que nosotros, por lo que hacía su vida y si me he llenado el coño de algo raro, ya paso la esponja (y se lo llenaba, por lo que se sabía), y la otra era una niñita pequeñita. Pero los chavales estaban en medio y a ellos y a su puta guitarrita si que los sufríamos en esas fiestas interminables y absurdas donde los ganchitos se nos atragantaban con tanta guitarra de canción protesta, Jesucristosuperstarcamilosesto, los Pink Floyd y Vangelis, mucho Vangelis y la puta que lo parió.

El mayor era el único más o menos normal, que pasaba un huevo de sus hermanos y con él hacíamos corrillo los que escapábamos de esa quema, cagándonos en sus hermanos, auténtica caldera del Gran Cabrón en la tierra, que cambiaba aceite hirviendo por acordes torcidos. Los otros dos, eran plato de comer aparte.

El mediano se lo creía. Iba de listosuperinteligentechachimegaguay, católico a prueba de bomba y niño ejemplar, capaz de desbancar a todos los premios del Plus Ultra, oiga usté. El pequeño era. simplemente, un delincuente juvenil, un cabronazo que salvó sus piernas de que se las partiera vaya usté a saber porqué. O sí. Que en esa época tenía mejor sentido del humor que ahora, hoy no se hubiera escapado ese cerdo con cara de puerco y culo de marrano.

Pues bien, tras la pesadilla, como tenían unos apellidos raros, me dije: googlealos, coño. Seguro que aparecen por alguna parte. Y como parte del exorcismo para liberarme de esa pesadilla, lo hice.

Cojones con lo que salió.

De las hermanas, poco. Algún fracaso profesional, que no viene al caso. Pero ellas me importaban una higa entonces, imagina ahora. Y ¿ellos?

Del mayor, nada, se lo tragó la tierra. Normal, seguro que los gilís de sus hermanos se lo zamparon una nochebuena, o lo vendieron como judas. Pobrecico. El único que valía algo de todos.

El pequeño... bueno, de él vi un nombramiento como alto cargo de la Generalitat. Nada que me extrañe, vista la calaña de nuestros políticos. Una razón más para no creer en este sistema. Ya veo a ese tipejo dándose tiritos de coca antes de reunirse con el conseller o acosando a su secretaria cubierta de lágrimas en un retrete lleno de mierda más limpia que él. Era un capullo entonces, y ahora es un capullo con cargo. De mal en peor.

Y ¿el mediano? ¿ese hideputa que deslumbraba con su aparente bonhomía?... ¡ah! ¡ese es el mejor! ¡es el administrador de una SICAV!

¡Toma catolicismo repleto de justicia social!. Éste debe hacer como el del chiste, que marcaba los pasajes de la biblia con billetes de 500 euros mientras los pobres morían de hambre a su lado. Las SICAV como acercamiento al evangelio, toma II.

Queda el consuelo de pensar que siga como antaño, cuando, como era tan santito que a su novia no la tocaba un pelo, y ésta era una hembra como las sirenas, que siempre iba mojada, aprovechábamos y nos la calzábamos para ayudarla a liberar tensiones (al menos yo lo hice, que uno entonces tenía mejor sentido del humor pero la documentación masculina caliente siempre la he llevado). Así, podrá usar sus cuernos para colgar esos billetes, al lado de sus estampitas. Por cierto que la niña follaba muy bien y la mamaba superior, mejor que su hermana, a la que también encamé. Me decían que me faltaba la abuela para cubrir a toda la familia. Soltando lastre, coño.

Que les de por culo un jabalí sidoso. Ya lo he exorcizado, puedo estar veinte años más sin acordarme de esa mierda.

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3 comentarios:

A las 19 de abril de 2011, 16:53 , Blogger Rafael C. Estremera ha dicho...

Bueno, pero la culpa no era de Pink Floid.

 
A las 20 de abril de 2011, 5:59 , Blogger El Cascarrabias ha dicho...

¡Aun así!

 
A las 29 de abril de 2013, 17:24 , Anonymous Anónimo ha dicho...

De la Gene no se puede esperar nada bueno... Pero cuidado con los tópicos: se puede ser muy católico (de verdad, no por aparentar) y follar muchísimo...

 

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