Soy un burro
Debo serlo. Mientras prácticamente todos mis compañeros nadan en la abundancia, yo calculo mis cacahuetes para llegar a fin de mes. Mientras la docencia es considerada la hermana pobre y es olvidada miserablemente en busca de cargos o de buenas posiciones investigadoras, el menda invierte horas y horas en preparar las clases para que sean instructivas y amenas. Mientras la práctica totalidad evalua con exámenes semiautomáticos que por lo menos, por lo menos, les roban una media hora de trabajo, este infeliz inventa nuevas formas de evaluación continua que, como única pega, precisan de muchas horas de dedicación.
No tengo un gran coche, mientras el parking se llena de carros de última generación, no tengo ningun chollo en empresas de forma paralela y subrepticia y ¡ni siquiera empleo la escasa influencia que pueda tener en beneficio propio!.
Que tonto debo ser. O que caraduras miserables los demás. No se.
Etiquetas: mi casa: que pasa, universidad
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