Una de las cosas que no te podre perdonar
Escuchame, esqueletor, y digo escuchame porque leer no debes saber o acordarte, escuchame bebesinsed, hacedor de huelgas de hambre de pacotilla, cabronazo, asesino, piltrafa, miserable, rastrero, chupapollas de ocasión y opereta, cagarro pisado de hiena, escuchame bien.
Hay muchas cosas que no te podré perdonar. Veinticinco muertos, imbecil, por los que no has purgado nada, por los que has estado en la carcel menos de lo que a sus madres le costó engendrar, menos de nueve meses. Veinticinco tiros te daba en los cojones, si es que los tienes, para que no pudieras follarte a la puta de tu novia en hospitales ni en tu guarida de ali baboso sádico. En tu casa que hace veinte dias que se está medicalizando, esperandote, en demostración de que el gobierno es casi tan cabrón como tu.
Una huelga de hambre... unos cojones. Una dieta para ponerte un tipín para el verano y poder hastarte de marmitaco. Una olla de heces de tuberculosos sifilíticos te daba yo para comer, cerdo. Y te la daba con una cuchara forrada en lija. Sin que después pudieras darte esas duchas de cuarenta minutos que te arreabas en el hospital descojonandote de todos nosotros.
De todo lo que no te podré perdonar... está el que me estes haciendo considerar el votar al PP, para sacar de una puta vez de la moncloa a ese miserable rastrero que te ha mandado a casita. El PP te acercó, te trajo de la carcel de Melilla. Pero el PSOE se ha arrodillado y te la ha chupado. Y despues nos ha escupido tu lefa podrida a los ojos. Me jode, pero algo que estaba fuera de toda duda, ahora aparece como una posibilidad más. Y es culpa tuya. No creo que lo haga. No tengo tan mal gusto. Pero si tengo otra cosa, tengo un cabreo furioso.
Aqui no se ha jugado con las reglas del juego, negociando con tus compadres con los cadáveres de nuestros dos compatriotas (si, compatriota, algo que tu nunca entenderás) ecuatorianos aun calientes. No se juega con las autonomías. No se juega con la constitución. No se juega con nada temporal. Todo eso, mañana, será agua pasada, la nada. Se juega con lo permanente. Se juega con España.
Se juega con nuestra madre. Y si tu vapuleaste moralmente a la tuya traicionandola y poniendola en mal nombre en boca de todos, antes de saber que era una santa que nada contigo compartía más allá de una sangre que quizá hubiese preferido sacarse, otros la defenderemos mientras sigamos en pie.
Cuida tus espaldas cabrón. Cada uno de los dias de tu vida. Cada vez somos más los que estamos perdiendo el sentido del humor. Y alguno se dará el gustazo de darte el pasaporte. Alguno nos hará descansar a los demás, y de paso, rezar por su alma.
Dale recuerdos a Satanás. Y despues, arde.
Etiquetas: gilipollas, políticos
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio