El Cascarrabias

En la vida civil no digo tacos, soy muy amable, mantengo la ética y el estilo hasta límites rayanos con la estupidez. Es el momento en que necesito desfogarme. Así, nace el gran cascarrabias. El gran cascarrabias o de como la vida moderna nos hace decir tonterias. Estas son las mias, dichas para mi mismo. Si te gustan, de acuerdo. Si no, pues tambien. Y si me insultas, tu más. Hago mia la frase de W.C. Fields: "Dicen que soy xenófobo. Se equivocan: odio por igual a todo el mundo"

miércoles, 17 de octubre de 2012

Sentado en un banco de la calle, esperando acompañado de Luis Alberto de Cuenca


Sentado en un banco de la calle,
esperando acompañado de Luis Alberto de Cuenca
te veo pasar, radiante y gloriosa.

Te veo pasar, radiante y gloriosa,
mirada al acecho y taconeo triunfante
mientras me confundo con el tráfico

Mientras me confundo con el tráfico
te recuerdo, joven y altanera, veinticinco años atrás
cuando no había tristezas que aliviar

Cuando no había tristezas que aliviar
tus risas nos mantenían alerta y embriagados
tu perfume era una fiesta feliz.

Tu perfume era una fiesta feliz
a la que invitabas a todos tus viejos amigos, aquellos que olvidaste
mientras la vida iba cambiando sus escenarios.

Mientras la vida iba cambiando sus escenarios
tu quisiste subir la escalera del éxito, saltando peldaños
sin darte cuenta de que el cielo se oscurecía.

Sin darte cuenta de que el cielo se oscurecía,
no pudiste refugiarte de la tormenta
no pudiste poner tierra por medio.

No pudiste poner tierra por medio,
te creíste una transgresora por no distinguir en la noche
como cuando me robaste un beso

Como cuando me robaste un beso,
caí en que no te lo había reclamado.
Sentado en un banco de la calle.

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