Comprando DVD´s en los chinos

No voy a pasarme. No, porque la UE ha sacado unas leyes contra la xenofobia y el racismo y no tengo ganas de que me entrullen. Pero puestos a pensar torturas, las chinas se quedan en nada comparado con lo que estoy pensando.

Y es que, despues del subidón de precios que los DVD´s han sufrido, uno busca lugares donde por esos cachitos de plástico no le zumben medio sueldo.

Y zas, encuentro un chino (una tienda de todo a cien, pero vamos, como si fuera una calle de Shangai, todos los articulos chinos, el personal chino, los carteles en chino, los horarios chinos y si, muy cochino) donde una tarrina de 50 DVD vale ¡12 euros de vellón!. Joder, me digo, porque yo soy de mucho decirme joder, pues me los compro y aunque el 50% salgan malos, siempre gano dinero.

La puta. Los meto en la máquina y como si le metiera mi boina. No reconoce que es eso. Para mi que es un fallo de fabricación.

A cambiarlos.

Primera prueba: que la china me entienda. Los cojones. Tiene que llamar a una china con acento colombiano, lo que ya es rizar el rizo, para que entienda que quiero cambiarlos, auqne sea por una marca más cara pagando la diferencia.

Y me suelta "no, dividis abiertos, no cambia"

Pero hijalagranputaaaaaaa si no los abro ¿como se que estan malos?. Si compras una botella de leche agria... tendras que abrirla para saber que esta agria.

"No, dividis abiertos, no cambia". Jodete caracola.

Media hora discutiendo con la china. Llama ¡al fin! a su jefe. Logro hacer que me pase el telefono. Suena acento de cadiz. Este debe ser un puto explotador que se mata a pajas mientras los inmigrantes le van pagando las letras del BMW. Seras joputa... que nada, que en castellano, pero "no, dividis abiertos, no cambia".

Pues vale. Dame la hoja de reclamaciones. ¿Que se ha perdido?. Pues la pintas, porque el siguiente paso es llamar a la poli local, empieza a pedir permisos de residencia y los papeles del local y os lo chapa como si fuera una sede de Falange en las vascongadas. Ah, cojones, lista... así que a la amenaza respondes ¿eh?. Vale. A rellenar.

Tracatrá, tracatrá... ya está. Ahora firmame aqui, donde dice "el receptor de la demanda".

Media hora más tarde, la chinocolombiana me estampa un garabato que podria ser la radriografía de un esputo.

Ahora, a buscar un registro.

Pero... me lo piesno.

Coño, por 12 euros he quemado una tarde. Coño, ahora ¿me tengo que ir a un registro? ¿y despues seguir liado?. Y cuando me pregunten por los DVDS... porque los primeros los he tirado como frisbis por la ventana del cabreo...

Por otra parte... esto no puede quedar así.

Nada, nada, por la calle de enmedio. El barrio esta lleno de cartelitos en farolas y arboles contando lo malos que son esos discos y el servicio, además de un alegato pro negocios nacionales. ¿Servirá de algo?. Creo que si, porque algunos los arrancan (pse... he hecho 500 fotocopias... no problem) y cada vez que paso por delante noto como los ojos de la china se agrandan ¡misterios de la naturaleza! como platos. Platos para ensalada, claro.

Ahora a ver si le hago una afoto con el movil, y con el potochop novelo esto como en aquellas novelas gráficas de los setenta.

Universidad Politécnica... ¡de Virginia!

Coño, que susto, cuando he visto que en la UPV un alumno tarado ha pillado un arma y se ha liado a tiros con todo lo que se menea.

Ya estaba preparado para ir a buscar un chaleco antibala y un bazooka por si las moscas o los coreanos zumbados cuando veo que es en terreno usako (TM Carlos Maria Ydigoras).

De todas formas, con las hipotecas subiendo, con la tele escupiendo bazofia, los politicos baboseando, la comida llena de porquerias que nos tragamos y el cambio climático ¡nos vamos a chalar todos!.

Señores: compren armas y caven trincheras.

La copita de la Vela de las narices

Poca gracia me hacía a mi esa carrera de ricachones. Menos cuando Rita convirtió Valencia en una exposición de maquinaria pesada, cortandome la mitad de las calles que yo gastaba y haciendo insoportable el tráfico por el resto.

De impresión ya, cuando se vio como repartía la ciudad entre los cuatro constructores de siempre y el ciudadano de a pie simplemente triscaba hierba en los jardines.

Pero cuando encima la gente pone carita de pena porque no hay viento unos cuantos dias y los barcos no pueden salir... ¡hay que joderse!

Rita: el remedio esta claro: regala a cada Valenciano una lata de alubias y ya generaremos el viento, ya.